Los cálculos renales están formados por sales y minerales en la orina que se unen y forman "piedras" pequeñas. Por lo general, son indoloros mientras permanezcan en el riñón. Pero pueden causar fuertes dolores cuando pequeños fragmentos salen del riñón y se desplazan por los conductos estrechos (uréteres) a la vejiga.

Los síntomas de un cálculo renal incluyen dolor fuerte en el flanco, que se siente justo debajo de la caja torácica y por encima de la cintura, generalmente solo en un lado de la espalda. El dolor puede extenderse a la parte baja del abdomen, la ingle y la zona genital. Otros síntomas son sangre en la orina (hematuria), dolor al orinar u orinar con frecuencia (disuria), y náuseas y vómito.