Generalidades

La claudicación intermitente es un síntoma de arteriopatía periférica. La claudicación intermitente es un dolor tenso, punzante u opresivo en la pantorrilla, el pie, el muslo o la nalga que se produce durante el ejercicio, como al subir una cuesta empinada o un tramo de escaleras. Este dolor suele aparecer después de realizar la misma cantidad de ejercicio y suele aliviarse con el reposo.

Muchas personas que padecen arteriopatía periférica no presentan ningún síntoma. Pero si usted tiene síntomas, es posible que padezca claudicación intermitente.

Las personas con claudicación intermitente suelen describir el dolor como un pinchazo intenso que empeora gradualmente hasta que descansan. A veces, la pierna también puede sufrir calambres o sentirse débil.

Su velocidad y si camina cuesta arriba o cuesta abajo son factores que condicionan la distancia que puede caminar antes de sentir dolor. Si la arteriopatía periférica empeora y usted tiene una irrigación sanguínea más limitada, el dolor puede aparecer cada vez más pronto. Es probable que le resulte más difícil caminar largas distancias.

El dolor en reposo, sin ejercicio, significa que la obstrucción arterial está avanzada. Si no se inicia un tratamiento eficaz, puede producirse la muerte del tejido. Puede tener los pies o los dedos de los pies fríos, con hormigueo, débiles o entumecidos. Puede notar llagas que tardan en sanar. La piel de las piernas o los pies puede cambiar de color. Puede ser pálida, azulada o violácea. Su piel puede parecer brillante o tener ampollas.

Otros problemas que pueden causar dolor de piernas

Muchos problemas pueden causar un dolor de piernas similar a la claudicación intermitente pero que no está relacionado con la arteriopatía periférica. Estos problemas incluyen:

• Estenosis del conducto raquídeo.
• Tendinitis.
• Fracturas por esfuerzo.
• Artritis.
• Daños nerviosos en las piernas (neuropatía periférica) causados por la diabetes o el consumo excesivo de alcohol.
• Un tirón muscular.

Otras afecciones también pueden cortar la irrigación sanguínea a la pierna y causar dolor. Pero estas son afecciones que pueden producirse repentinamente. Estas incluyen:

• Un coágulo de sangre (embolia) en la pierna.
• Hinchazón del tejido muscular que corta la irrigación sanguínea (síndrome compartimental).