Se usa una infiltración con corticosteroides o esteroides para reducir la inflamación. A menudo se usa para tratar afecciones como artritis, tendinitis, bursitis, y problemas más específicos como la tenosinovitis de De Quervain y el síndrome del túnel carpiano.

El procedimiento se lleva a cabo inyectando un corticosteroide directamente en la zona afectada. La zona podría doler después de la infiltración. Pero la mayoría de las personas experimentan una mejoría después de algunos días.