El trasplante de órganos es una cirugía que reemplaza un órgano enfermo (como un riñón, hígado, corazón, pulmones, páncreas o intestino) con un órgano sano de un donante. Los órganos donados provienen tanto de donantes vivos como de personas que decidieron donar órganos después de su muerte.

Después de un trasplante de órgano, una persona deberá realizar determinados cambios en el estilo de vida (como alimentarse bien, dormir en forma regular y hacer ejercicio, todo en forma sistemática) y tomar diversos medicamentos diarios que impiden que el cuerpo rechace el nuevo órgano.